FMI se suma al deterioro en pronósticos para Chile frente a la región: el próximo año será la única economía que caería
El Fondo prevé que el PIB de Chile subiría 2% este año, sobre el 1,8% que proyectó en julio, pero en 2023 la contracción sería de 1%, el peor de América Latina.
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La recesión de la economía chilena el próximo año ya parece ser un hecho entre los expertos, tanto locales como extranjeros. Ahora se sumó el Fondo Monetario Internacional (FMI), que si bien elevó su expectativa para la actividad este año -espera que crezca un 2%, sobre el 1,8% que pronosticó en julio- para 2023 asume una caída de 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
El cuadro expuesto en el Panorama Económico Mundial (WEO, su sigla en inglés) recorta con fuerza la expectativa para la economía nacional el año que viene: hace tres meses la entidad proyectaba un nulo crecimiento en 2023.
Con esta estimación se consolida la idea de que Chile tendría de los peores desempeños de la región este año, y el más bajo el próximo, algo que el Banco Mundial había anticipado la semana pasada. En promedio, América Latina crecería un 3,5% este año y su expansión se moderaría a 1,7% en 2023.
Chile es el país de la OCDE con la señal más fuerte de ralentización económica
En el año en curso solo la actividad de Paraguay tendría una expansión inferior a la de Chile, al crecer un leve 0,2%. En el resto del vecindario México superaría por solo una décima a Chile de expandirse el 2,1% que proyecta el FMI, y Perú, Brasil y Ecuador no lograrían superar el 3%. Algunos lograrían despegarse y subir un poco más: Bolivia un 3,8%; Argentina un 4%; Uruguay un 5,3%; Venezuela un 6% y Colombia a la cabeza de la región con 7,6%.
El año que viene el panorama sería aún más pesimista, ya que solo en Chile la actividad se contraería a nivel anual. En dicho período Brasil y México seguirían a la economía nacional en su mal desempeño, con tasas de 1% y 1,2% respectivamente, pero aún así con una amplia brecha.
Argentina, Colombia, Perú y Ecuador se moverían en un rango entre el 2% y el 2,7%, y más alta sería la expansión de 3,2% de Bolivia; de 3,6% de Uruguay; de 4,3% de Paraguay y de 6,5% de Venezuela.
El reporte publicado en el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial anticipa que hacia 2024 la actividad chilena volvería a terreno positivo, y ese año lograría crecer 2,5%, una décima por sobre lo que se espera para América Latina como bloque.
Alta y persistente inflación
El FMI también anticipa que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) -que en septiembre comenzó a ceder y subió un 13,7% en doce meses- se expondría un 11,6% este año en promedio, levemente por encima del 11,4% que actualizó el Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (IPoM).
Si bien durante el año que viene las presiones inflacionarias se seguirían moderando, la expectativa del organismo es que promedie un 8,7% anual, todavía muy lejos de la meta de 3% del ente rector.
En lo que se refiere a precios, Chile volvería a tener un desempeño más preocupante que la media regional: estaría por encima de América Latina y el Caribe, cuyo IPC treparía un 14,1% este año. Esto considera las tasas esperadas de 72,4% de Argentina y de 210% de Venezuela, así como las alzas de 3,2% de Ecuador y Bolivia.
El año que viene la inflación nacional sería más baja que la esperada para la región, que se moderaría a solo 11,4% en promedio, prevé el Fondo.
El balance de la cuenta corriente de Chile sería de -6,7 este año -similar al de 2021- y de -4,4 en 2023. Y, el desempleo quedaría en 7,9% este año y en 8,3% el siguiente, contempla el organismo internacional.
Grandes economías
Al mirar fuera de la región, el panorama nacional no está tan lejos de lo que se espera para gran parte del mundo: los países que representan un tercio de la economía global se contraerían este año o el próximo “en medio de la disminución de los ingresos reales y el aumento de los precios”, alertó el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
El WEO mantuvo en 3,2% la expectativa para la economía mundial este año, pero redujo a 2,7% -en dos décimas desde julio- lo esperado para el período siguiente. “La desaceleración de 2023 será generalizada”, recalcó el director de investigación del Fondo, y precisó que “los choques de este año reabrirán las heridas económicas que sólo se curaron parcialmente después de la pandemia. En resumen, lo peor está por llegar y, para muchos, 2023 se sentirá como una recesión”.
Gourinchas detalló que las tres mayores economías, Estados Unidos, China y la eurozona, “seguirán estancadas”. La primera crecería un 1,6% este año y se ralentizaría a 1% en 2023, mientras que el gigante asiático subiría un 3,2% este año, y un 4,4% el que viene.
Pese a los recortes anteriores, el experto recalca que la desaceleración “es más pronunciada” en la zona de la moneda común, “donde la crisis energética provocada por la guerra seguirá pasando factura”, reduciendo el crecimiento a 0,5% en 2023.
“Los riesgos a la baja para las perspectivas siguen siendo elevados, mientras que las compensaciones políticas para hacer frente a la crisis del coste de la vida se han vuelto más difíciles”, detalló el economista jefe, y alertó que “en casi todas partes, el rápido aumento de los precios, sobre todo de los alimentos y la energía, está causando graves dificultades a los hogares, especialmente a los pobres”.
Las presiones inflacionarias “más amplias y persistentes de lo previsto” llevan al FMI a anticipar que la inflación mundial alcanzaría un máximo de 9,5% este año, antes de desacelerarse hasta 4,1% en 2024.